13/3/09

EL NÁUFRAGO

Supo tener en sus brazos
un palpitar de rendida,
pero se fue quedando sin nido
y se le quebró la sonrisa.
Supo tener en la boca
mieles enternecidas,
pero sus labios helados
hoy sólo muestran heridas.

Supo pintar en sus cuadros
paisajes con siemprevivas
pero se pintó, sin quererlo,
náufrago sobre la orilla.

Y atisba los horizontes
para llevarle a la vida
un nuevo amanecer,
un recupero del tiempo,
una esperanza cumplida.