18/1/10

CONFESIÓN

Ante tanto dolor ajeno,

tanta soledad y pena,

escribir con alegría... ¡me da vergüenza!


1/1/10

Mensaje

Te escribo como quién no sabe bien para qué
ni cómo.
Te escribo como el que tiene necesidad
de decirte algo,
pero que no termina de entender
para qué o si acaso te interesa.

En fin, te escribo porque tengo ganas
de poner sobre el papel las ideas,
y verlas luego, como de otro.
Sorprenderme, tal vez, con lo que lean mis ojos.
Encontrarme... ¡aquí estoy yo!...
y esconderme un poco.