11/9/06

En Memoria Nº 3
¿QUERÉS QUE TE CUENTE...?*

…Había una vez un mar azul,
y como buen mar que era tenía su pez,
su caracol y su arena,
su coral, su viento y su marea.

Y como mar, buen mar que era,
tenía pescador con red, su gaviota y su tormenta.
Se pasaba el tiempo haciendo espuma
y la noche contando estrellas.
Más no tenía ni pedía el mar,
alegre mar que era…
……………………………………………

Fue entonces que empezaron a lloverle
rostros helados y gestos en danza
de anunciar tragedias.

Y el mar le preguntó al cielo:
_Hermano, ¿qué extraña lluvia me mandas?
Hermano, ¿dónde te han herido, que desangras?

El cielo respondió: _Nada te envío.
Si tienes lluvia, será de aquella nube que te pasa.

Y el mar le preguntó a la nube:
_Amiga, ¿qué granizo es éste de manos y de entrañas?

Y la nube respondió: _Yo no granizo,
que soy nube de paso y nube de agua.

Luego, el mar escuchó desde la espuma.
Desde el coral y las algas.
Desde el fondo de sus cuevas y sus pulpos.
Desde su gaviota y su pez
la respuesta, en llanto, que buscaba:

_Padre Mar, son chilenos los que llueven chilenos a tus aguas.

*Escrito en Buenos Aires, el 5 de Octubre de 1973

1 comentario:

Cristina Fornés dijo...

Alexis: Allá, por aquí, en tantos lugares diferentes, son los Abeles perdidos para la raza. Pero yo sé que hay Uno que jamás los olvidará.