10/12/06

DEL GALLO 53

Algún día dirán ¡Barcelona!...
Temblando como una hoja,
blanca como papel,
aturdida por tanta espera
la tendré a mis piés...
y despacio, lentamente,
la recorreré.

No veré rascacielos,
modernidades o museos,
los veré después,
que quiero encontrar primero
la Calle del Gallo 53....

Al tiempo, las vecinas,
yo sé, comentarán:

_¿Has visto la loca?
¿Qué de a ratos canta
y de a ratos ríe mientras llora?

_¿La qué a todos pregunta?

_¡La argentina esa,
que siempre interroga!

_Algo dijo de un perro,
San Bernardo famoso,
que sacaba a los niños del mar...

_Habla de un taller de costura,
para señoras de la sociedad.

_ “Bonanit em bonora,
Hasta damá si Deu vou!”
Dice en mal catalán...

_¡Es lo único que sabe,
por eso siempre repite!...

Sorda a sus comentarios,
yo buscaré a los más viejos,
a los catalanes de mayor edad,

Era un edificio,
De al menos tres plantas donde nació mi papá...
Abajo había un café,
dicen de bohemios y de artistas...
¿Alguien lo recuerda?

En el primer piso, mi bisabuela,
Doña Rosa Armela
(¿o era una Bonet?)
tenía su taller...
Allí la Barrientos cantaba
mientras cosía...
¿Nadie le ha contado?

Al café llegan las voces
De las costureras
Mientras cosen, cantan
Arias y zarzuelas...


...escaleras de mármol
blancas y anchas.
Las puertas enormes,
lustrosas, pesadas,
manijas de bronce, redondas
con los dientes del gran
San Bernardo, marcadas...

Sin importarme más nada,
seguiré por las calles:
¿Es Pradell o Bradell? ¿Dónde queda?
¿Existe Ribes Albes?
¿Qué sabes de Villa Real?
¿Dónde queda Falset?
¿Cómo llego?
De los Tort... de los Socías ¿Habeís oído?
¿Conoces algún Fornes?

Al caer la tarde
buscaré en la playa
un lugar solitario.
Arrodillada en la arena
hundiré las manos en la espuma.
Barcelona a mis espaldas
y de cara al mar,
con los ojos quietos
en el horizonte anochecido...
¡sé que voy a llorar!

11 comentarios:

J.C.Morgado dijo...

El mar es inmenso como la vida
inmenso como la muerte,
refleja lo que queremos...
libertad pero con condiciones.


un abrazo a la distancia

Anónimo dijo...

Buscar a otro y encontrarse a si mismo... es todo uno... y lo mismo. Sé que acabarás encontrando lo que buscas. Un beso fuerte!

Blas Torillo Photography dijo...

Hola Cristi...

Oye... ¿esta es crónica o poema?

Está lindo... De pronto me recordó cuando buscaba direcciones en la Ciudad de México, provinciano yo, descompuesto por el smog y perdido en más de un sentido...

Un beso

Cristina Fornés dijo...

Querido Blas: Digamos que es la crónica anticipada y supuesta de lo que me imagino que sucederá si alguna vez puedo ir a Barcelona. No sé si llega a poema... es lo que me salió del corazón, al impulso de la nostalgia que tengo por una tierra que no conozco pero que siento mía.
Un fuerte abrazo.

Cristina Fornés dijo...

Querida fabriquita: ¡Dios te oiga! ¡Que así sea! Un beso.

tumejoramig@ dijo...

Llorarás, si, es posible, pero de alegría, de reencuentro con tus raices, por la fuerza de tus antepasados, por lo que fué, por lo que de ellos hay en tí. Algún día, cuando llegues a Barcelona, sentirás tu pies hundirse en esta tierra, tus dedos escudriñando nostalgias y alegrías, buscando verdades, oyendo historias, hilvanando realidades con recuerdos, conociéndote a ti misma a través de ellos. Y Cristina Fornés sabrá que es lo que es por ser descendiente de quienes es, agradecerá la fortuna de haber tenido una familia allí, aunque de ellos nada sepa, y sentirá el orgullo de ser mejor, gracias a la fuerza que de su sangre tiene.
Sería bonito que te regalaras ese viaje, y que nos contaras lo que ves de tí en ello.
Sería hermoso descubrirte en cada uno de esos recuerdos.
Un beso, y que Dios te bendiga a ti también.

Leodegundia dijo...

Gracias por tu visita.
Buen poema de una persona en busca de sus raices. Si las tuyas están en Barcelona, espero que algún día visites la ciudad y encuentres lo que buscas.
Un abrazo

TORO SALVAJE dijo...

Yo si que lloro de leerte. Créeme.

Es hermoso. Muy hermoso.

Gracias por compartirlo.

Besos emocionados.

Cristina Fornés dijo...

Juan Carlos, Leo y Toro, gracias por sus palabras y por visitarme.

Ana: ¡que bellas palabras me has dejado! En ellas has puesto el corazón y hasta aquí ha llegado tu palpitar. ¡Gracias!

¡Gracias a todos, queridos amigos! Ya sé que todos ustedes escriben de corazón, pero, no se pongan celocitos, lo que escribió Ana me ha llegado en forma muy especial. Los quiero.

Anónimo dijo...

Querida Cristina, me refresco con tus letras como refresca una lluvia perdida en un caluroso verano...

Un abrazo.

Cristina Fornés dijo...

¡Gracias Leoncito! Muchas gracias. Te abrazo muy fuerte con mi corazón.