DIJO Y FUE
Desarraigo.
Angustia profunda,
incofesada,
silenciada y silenciosa.
Desarraigo.
Pérdida.
Dolor profundo,
inexpresable…
¡Cómo retumban en el infinito
los gritos que nadie escucha,
los gemidos interiores,
las súplicas
internas, lacerantes!
los consuelos;
el absoluto consuelo
dulce y perdurable,
es saber que Tú
escuchas,
registras, participas.
Tú siempre sabes.
Tú conoces mi llanto
desatado
en tormenta de mil mares.
¡Oh, consuelo de todos
los consuelos,
tu voz firme, segura,
inapelable!
transforma y salva
Tu voz que me repite:
¡Basta, levántate!
* “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz; y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.” Isaías 60:1
4 comentarios:
Diría el santo de Asís. Hazme tu instrumento.
Yo te escucho amiga. He aprendido que a veces es más sabio ser una orejota, que una bocota.
Besos
Hola Cristi...
Nomás pase a dejarte un besito...
Bye...
Hermos, hermoso, hermoso!!!!!
Un gran poema.
Te aplaudo sin fin.
Besos.
Amigos queridos, gracias por leer mis palabras y por el aliento y ánimo que me dan para que siga escribiendo.
Un fuerte abrazo para cada uno. gracias otra vez.
Publicar un comentario