DILUIRSE

...el abismo infranqueable
de la fragilidad...

Escapar. Siempre escapar
es lo primero.
Imposibilidad gobierna.
Entonces te vuelves como arena
o tornas hecho acero...

Una gota, gota, gota.
Basta una gota rítmica
en la chapa.
Un susurro de viento, pasajero.
Un motor que arranca
o el cariñoso maullido
de una gata...
¡y se desvanece el pensamiento!
Hecha la fisura,
aprovecha la ocasión
¡mi mente escapa!

Ríen su canto a la llovizna
los pájaros horneros, en las ramas.
...y allá va mi pensamiento.
Cautivo del estruendo
y del silencio, escapa ¡escapa!
Corre tras el ladrido del cachorro.
Regresa a la gota, rítmica,
en la chapa.
Se queda acurrucado en la memoria
de no sé que feliz metáfora encontrada.

Todo vale, todo.
Menos enfrentar la idea
que atraviese el corazón... y lo desangre.

...el abismo infranqueable
de la fragilidad...

¡Hornero ha llegado hasta mi patio
y ríe en el tendedero!

Postergaré regresos de acero
para mejores ocasiones.

Por hoy, déjame ser castillito de arena
que bajo la lluvia se deshace...